Hotel Gran Odara, Cuiabá

Este hotel fue una gran elección para nuestra última parada antes de ir al Pantanal. El servicio fue maravilloso y nos sorprendieron con una mejora a una suite sin que lo pidiéramos. La comida en el restaurante era muy buena y el desayuno fue el mejor buffet que encontramos en nuestras dos semanas. Sin embargo, el ambiente del vestíbulo puede volverse ruidoso con gente hablando. En general, definitivamente volveríamos a hospedar aquí.

El Gran Odara es una buena opción para hospedarse en Cuiabá. Las habitaciones son amplias y cómodas, y el personal es amable y atento. Sin embargo, el servicio a veces es lento y hay oportunidades de mejora en la atención al cliente, lo que puede resultar incómodo en momentos clave. En general, la experiencia fue positiva, pero hay aspectos que deben ser pulidos.

El hotel Gran Odara ofrece una experiencia memorable, con personal amable y atento que va más allá para ayudar a los huéspedes. Las habitaciones son cómodas, aunque un poco anticuadas, pero en general el ambiente es agradable. La comida es deliciosa y el desayuno es realmente destacable. Sin embargo, el área de la piscina podría beneficiarse de un mayor servicio y la disponibilidad de botellas de agua más grandes para reducir el plástico.

El hotel es espacioso y tiene un ambiente agradable, ideal para descansar y trabajar. Las habitaciones son cómodas y bien equipadas, aunque la decoración podría mejorarse. La calidad de la comida, en particular la cena, dejó mucho que desear, y el precio parece desproporcionado para lo que ofrecen. Sin embargo, el desayuno es variado y delicioso, lo cual es un punto a favor.